FICHA TÉCNICA
FICHA TÉCNICA
Título original “The Wrong Man”
Año 1956
Duración 105 min.
País Estados Unidos
Dirección Alfred Hitchcock
Guión: Maxwell Anderson, Angus MacPhail (Obra: Maxwell Anderson)
Música Bernard Herrmann
Fotografía Robert Burks (B&W)
Reparto: Henry Fonda, Vera Miles, Anthony Quayle, Harold J. Stone, Nehemiah
Persoff, Charles Cooper, Richard Robbins, Tuesday Weld, José Campayo.
Productora Warner Bros.
Género: Intriga. Drama. Cine negro | Basado en hechos reales
Sinopsis:
Manny es un músico de jazz que vive apaciblemente en Nueva York con su esposa Rose y sus dos hijos pequeños. En una aseguradora, una empleada lo confunde con un ladrón que había robado allí unos días antes y lo denuncia a la policía. Comienza entonces para él una angustiosa pesadilla: es detenido y acusado de una serie de hurtos perpetrados en el barrio. Lo terrible es que todos los testigos y las pruebas caligráficas corroboran su culpabilidad. Tras salir bajo fianza, intentará demostrar su inocencia. Mientras tanto, su esposa sufre una aguda crisis nerviosa y es internada en un psiquiátrico. (FILMAFFINITY)
PRESENTACIÓN "FALSO CULPABLE"
Buenas noches y bienvenidos. Hemos topado con los imponderables. Si queremos continuar con el Cine Club tendremos que irnos a Cerceda, donde parece que no hay más que llegar y poner la película, porque allí tienen de todo. Así que me gustaría escuchar vuestras opiniones. Y, si no, si no me vais a acompañar al pueblo de al lado, pues nos vamos todos. En fin, vamos con la película.
“Soy Alfred Hitchcock. En el pasado les he ofrecido muchos tipos de películas de suspense. Pero esta vez me gustaría mostrarles algo diferente. La diferencia está en que en esta ocasión me he basado en un hecho verídico, cada escena y cada palabra”.
La película está interpretada por Henry Fonda y Vera Miles, y el guión es del escritor y dramaturgo Maxwell Anderson, basado en una historia que publicó en un periódico con el nombre de “La verdadera historia de Christopher Emmanuel Balestrero”, que es como se llama el personaje que interpreta el actor, más conocido a lo largo del film con el apelativo de Manny.
Confesado por el mismo Alfred Hitchcock, los miedos que él ha tenido siempre a la policía y al encierro en prisión (en su infancia, a petición de su padre, pasó una noche en la celda de una comisaría), eran notables. Y es en esta película más que en ninguna otra donde vierte sus obSesiónes. El trauma psicológico que le quedó de por vida a Hitchcock
fue tal, que desde entonces nunca le cayó bien la Policía y siempre le fascinó el culpable que luego no lo era.
Decía Alfred Hitchcock hablando de “Falso Culpable”, en el conocido libro de entrevistas que le hizo François Truffaut: “Todo fue minuciosamente reproducido con la colaboración de los personajes del drama, rodando en lo posible con actores desconocidos
y, algunas veces incluso, para los papeles episódicos, con quienes vivieron el drama. Y todo en los lugares mismos de la acción”. Y respecto al enfoque de la historia, afirmaba el realizador que estaba edificado sobre el punto de vista del protagonista. Así, podemos ver cómo
los planos son cerrados, de detalles, y se limitan a su particular campo de visión, siendo una fragmentación de lo que sucede. Por eso la película nos obliga a situarnos en su lugar y a sentir el malestar y el sufrimiento del que se sabe inocente y no encuentra una salida.
En ese sentido, recuerden cómo ve el protagonista los zapatos o las manos de los presos cuando va en el furgón.
Y tomen nota de la fotografía casi tenebrosa, con un rodaje en atardeceres y noches y en lugares oscuros, casi sin luces y llenos de sombras amenazadoras. Y esos intensos interiores, como cuando la mujer del protagonista aparece bajo una gran lámpara en la escena con el médico, y el resto apenas con luz. O cuando se refugia en la gran sombra que proyecta su marido en la pared de una escalera.
PARA EL COLOQUIO
1. ¿Es así el sistema policial, donde parece que se impide la posibilidad de defenderse?
2. ¿Podemos decir que la presunción de inocencia es sustituida por la obligación de demostrarla?
3. ¿Es culpa de la alarma social originada por los robos lo que provoca que el miedo se contagie y los testigos identifiquen con precipitación a un falso culpable sin reparar en la gravedad de las acusaciones?
4. ¿Podría haber resultado una película aún más dramática y cruda si se hubiese alejado de los hechos ocurridos para hacer algo más personal, más de suspense, más como hizo el resto de las suyas? ¿Hubiéramos ganado o perdido?
5. ¿Qué nos quiere contar Hitchcock al final de la película?
El gran acierto de esta historia, si hiciéramos un resumen, es la progresión entre sus tres partes: la primera se centra en retratar el día a día de Emmanuel y su familia; la segunda se corresponde con el arresto y los preliminares al juicio; y la última con el transcurso y posterior desenlace del proceso judicial.
MIS IMPRESIONES AL VER LA PELÍCULA
1. Interesante el fondo de títulos, imagen que vuelve a repetirse, o continuar, en la parte final de la historia, como diciéndonos que todo va a seguir como si nada hubiera
pasado, cuando se han destrozado al menos un par de vidas.
2. Significativo el plano del comienzo con Henry Fonda caminando de espaldas y un poco más lejos, pero uno a cada lado, como escoltándole, dos policías. El guión, porque el guión además de la realización avisan de lo que va a venir luego, creando un suspense lógico y muy cinematográfico.
3. O esas carreras de caballos que mira a diario en los periódicos, que vaticina, pero no apuesta y podría haber ganado.
4. O cuando Henry Fonda se echa la mano bajo el abrigo para sacar la póliza del seguro, y la empleada cree que va a sacar la pistola.
5. Hay varios momentos donde Hitchcock demuestra sus convicciones religiosas: El crucifijo bajo la mesa en el juicio en dos ocasiones, la imagen en la pared, la oración como único recurso; él mismo rezando…
6. El encadenado del rostro de Fonda con el plano general del verdadero culpable, y como al acercarse ambos rostros se superponen;
7. Los policías que le interrogan son odiosos, aunque cumplan con su trabajo. Son educados, pero eso resulta aún más frío e impersonal que si fueran violentos. De todas maneras, es terrible lo que hacen y dicen, vejatorio incluso. El calabozo, el furgón, etc.
¡Qué miedo!
8. ¿No resulta demoledor oír al protagonista decir soy inocente, mientras la policía responde con cotidianidad: naturalmente, seguro que sí. Y pasa lo que pasa.
9. Me impactó el plano de Henry Fonda cuando es fichado, con aquel enorme micrófono delante que oculta su rostro, y que al parecer a nadie le importa.
10. Las imágenes de la denuncia, retención, acusación, interrogatorios y encarcelamiento están construidas de modo que crean percepciones de ansiedad.
11. ¡Le piden 7.500 dólares de fianza! Y sabemos que no tiene un chavo.12. Y en ese sentido, me ha llamado la atención cuando dicen que no tienen dinero para ir al médico, que entonces, desde aquí, en los años cincuenta, no se entendía. Que bien
que hasta ahora nos ha ido en este país. Pero ya hemos empezado a ver los dientes al lobo.
13. Lo que pasa por el rostro de Vera Miles, la mujer del protagonista, cuando descubre que todos los testigos han muerto. Cómo el personaje se va apagando, su ausencia.
No es nada peregrino lo que le sucede. Yo me lo he creído.
14. La imagen de la pareja y sus hijos caminando mientras el rótulo nos anuncia que todo fue bien otra vez, cosa que contradice lo que acabamos de ver. El justo final de la película. Está claro que la última imagen coherente con la historia es la anterior, cuando el protagonista deja a su mujer en la clínica y se va. En cambio, para que el espectador no se
angustie más, nos da un final más de la familia unida que se aleja. Tampoco sabemos si la idea es de Hitchcock, de la productora, o de la censura.
15. ¿Por qué no puede ocurrirnos que alguna vez se nos pueda considerar culpables de cualquier causa que no hayamos cometido? Por nuestro parecido con alguien sospechoso,
por cualquier error de la justicia, por testimonios de gente asustada, etc. Por eso la calumnia es tan mala.
Vera Miles era entonces una de las actrices fetiches de Hitchcock, que sustituyó a Grace Kelly en las preferencias del director, aunque no se ajustaba exactamente al tipo
de rubia sexy que elegía el director, porque para él eran las perfectas víctimas: “son como nieve virginal sobre la que resalta las huellas de sangre”.
Hitchcock juega de manera magistral con la información que suministra al espectador.
Así, este advierte, aunque no la policía, que cuenta pequeñas mentiras a su mujer.
Su aspecto físico se identifica con el de los compañeros de detención. Cuando se mira las
palmas de las manos y a continuación las cierra, exterioriza una gestualidad que parece hablar de culpabilidad.